La suspensión de un vehículo se compone de todas las piezas que se encuentran situadas entre las llantas y el chasís del vehículo. Estas piezas trabajan en conjunto para permitir que el volante pueda tener control sobre las llantas y que a su vez éstas puedan girar siguiendo el movimiento generado por el motor y la transmisión, además de mantener al conductor aislado de vibración, ruido e imperfecciones del camino y ayudándolo a sentir un manejo más cómodo.
Existen dos esquemas de suspensión en los cuales se basa la construcción de la mayoría de los vehículos familiares y comerciales:
- Suspensión Convencional
- Suspensión MacPherson